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DE IZQUIERDA A DERECHA: REYMUNDO LAPA, ELIZABETH, SAMUEL YÁNEZ Y MARÍA ELENA HUALLANCA

“No sólo conozco el trabajo de Tierra y Libertad, lo admiro”: Alberto Acosta

Carta de saludo de Alberto Acosta al II Congreso Nacional de Tierra y Libertad

Publicado: 2017-01-14

Compañeras y compañeros del Movimiento Tierra y Libertad: 

Empiezo expresándoles un saludo fraterno. Me habría gustado mucho poder hacerlo de viva voz. Volver al Cusco para el II Congreso Nacional de Tierra y Libertad habría sido un motivo de gran satisfacción para mí.

No sólo conozco el trabajo del Movimiento Tierra y Libertad, lo admiro. He seguido sus esfuerzos, desde hace casi una década, por enfrentar el modelo de vida extractivista depredador que nos hunde cada vez más en el subdesarrollo. Sin minimizar la resistencia, destaco como encomiable el empeño por consolidar un proceso que permita aglutinar las luchas territoriales de defensa de los pueblos que propician la vida.

La reciente participación del Movimiento Tierra y Libertad en el Frente Amplio en el ámbito electoral es por igual un referente reciente para los pueblos de Nuestra América. Las luchas hay que librarlas en todos los ámbitos, eso si, sin sacrificar nunca los objetivos estratégicos por metas cortoplacistas.

El esfuerzo de ustedes por unificar las diversas luchas en defensa de la soberanía, a favor del ecosocialismo y del ecologismo popular, apoyando las reivindicaciones del movimiento indígena y del movimiento de los Derechos Humanos y también de los Derechos de la Naturaleza, representa una tarea que debemos emular.

Por esa razón permítanme hacer unas dos reflexiones sobre la tarea que tenemos en todos Nuestra América y que, coincidiendo con ustedes, la podría sintetizar en una sola palabra: UNIDAD.

Muchas veces a lo largo de la historia latinoamericana, agrupaciones y movimientos de izquierda hemos hablado e incluso hemos trabajado por la unidad. Esa es, sin lugar a dudas, una de las grandes aspiraciones de una agenda de acciones de mediano y largo plazo con una clara vocación de poder, orientada por transformaciones estructurales.

ALBERTO ACOSTA (EN EL CENTRO)

Estas propuestas -de origen múltiple por sus varios convocantes y por las razones que la promueven- no se agotan en los partidos y movimientos políticos tradicionales. Es preciso abrir la puerta a un espacio amplio en donde puedan converger todas las fuerzas y organizaciones sociales y políticas que están empeñadas en el cambio.

Esta unidad solo será vigorosa solo si es capaz de identificar los cambios estructurales que demanda nuestras sociedades. Y si es capaz de impulsar un proceso democratizador profundo que erradique para siempre aquellas sucesivas genuflexiones ante cualquier caudillo, que esterilizan la vida política, limitan la crítica, debilitan el debate público.

Ganar elecciones es importante, pero no suficiente. El gran reto es la construcción de nuevos modelos de sociedad y Estado, desde abajo y a largo plazo, que no se asienten en el uso y abuso del poder para dominar e imponer nuevas estructuras de explotación y marginación. Antes que asaltar el poder conviene construir poderes contra hegemónicos sustentados en la organización y autodeterminación de las comunidades en el campo y en las ciudades.

En la situación actual hay que promover una contracultura de la resistencia con estrategias de lucha no violenta, capaz de aprovechar los márgenes de maniobra que todavía existen, con un alto contenido simbólico que genere la adhesión y la articulación de la sociedad. Ningún proceso de cambio e innovación será relevante para los más pobres y excluidos sin la inclusión y protagonismo de los pobres y los excluidos.

Entendámoslo, éste no es el momento de los partidos de cuadros, en donde no cabe realmente la sociedad. Por lo tanto es preciso escuchar e integrar a la mayor cantidad de personas, particularmente de los sectores populares. Entre todos y todas podremos construir todas las respuestas, pues solo entre todos y todas podremos cambiar el mundo. Nadie es dueño de la verdad. Nadie tiene la razón absoluta.

Inteligencia, creatividad, respeto, transparencia, equilibrio y mucha alegría deben ser acompañantes permanentes en estos procesos unitarios; porcesos que deben ser asumidos apenas como un medio para cambiar el mundo y no como el fin último.

No hay un camino para la unidad, la unidad es el camino.

Con solidaridad y admiración,

Alberto Acosta

Movimiento Montecristi Vive

Quito, 12 de enero del 2017


¿Quién es Alberto Acosta?

Alberto Acosta es economista de FLACSO, Quito. Fue Presidente de la Constitución de la República del Ecuador, la denominada Constitución de Monte Cristi que incorpora los derechos de la naturaleza y el Buen Vivir como modo de vida y desarrollo de la nación pluricultural del Ecuador. FUe candidato presidencial en una coalición de izquierdas que cuestionó el neoxtractivismo del denominado "Socialismo del Siglo XXI".

Junto a Eduardo Gudynas, Maristella Svampa y Joan Martínez Alier se cuentan entre los principales estudios y activistas en la lucha contra el extractivismo y el neocolonialismo neoloberal.


Escrito por

Tierra y Libertad Perú

Tierra y Libertad es un nuevo movimiento político de izquierda socialista, ecologista, pacifista y demócrata radical.


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Tierra y Libertad Perù

Tierra y Libertad es un nuevo movimiento político de izquierda socialista, ecologista, pacifista y demócrata radical.